La importancia de la correcta conservación del Aceite de Oliva Virgen Extra: Desde la Almazara hasta tu mesa
El aceite de oliva virgen extra (AOVE) es un verdadero tesoro líquido, especialmente cuando proviene de una almazara que cuida cada detalle del proceso, desde la extracción hasta su conservación. Sin embargo, el mantenimiento de sus propiedades organolépticas (aromas, sabor y color) y sus beneficios nutricionales depende no solo de la calidad de las aceitunas o el proceso de extracción, sino también de su adecuada conservación en todas las etapas: en la almazara, durante el embotellado y en su almacenamiento final, ya sea en el lineal de una tienda o en nuestros hogares. A continuación, exploramos cada una de estas etapas y cómo garantizar que el aceite conserve su excelencia hasta que llegue a tu mesa.
Conservación en la bodega de la almazara
En la bodega de la almazara, el AOVE se almacena en grandes depósitos de acero inoxidable, donde debe ser protegido de tres grandes enemigos: la luz, el oxígeno y el calor. Estos factores pueden acelerar el proceso de oxidación, lo que deteriora el aceite rápidamente, perdiendo así sus propiedades y calidad.
Para minimizar el contacto con el oxígeno, cada vez es más común el uso de atmósferas inertizadas con nitrógeno en los depósitos. Este proceso consiste en reemplazar el oxígeno dentro de los contenedores por nitrógeno, un gas inerte que no reacciona con el aceite. Esto garantiza que el aceite no entre en contacto con el oxígeno, ralentizando la oxidación y preservando sus características intactas durante más tiempo. Además, la temperatura en estas bodegas se controla cuidadosamente, manteniéndola entre 15 y 18 °C, ideal para prevenir la degradación sin solidificar el aceite.
El embotellado: protección en el envase
El paso del almacenamiento en bodega al embotellado también requiere un cuidadoso manejo. El AOVE debe envasarse en condiciones controladas para evitar la exposición al oxígeno durante este proceso. Por ello, muchas almazaras premium, como Isbilya, utilizan también atmósferas de nitrógeno en el momento del embotellado, garantizando así que el aceite no sufra alteraciones desde su origen.
El material del envase es otro factor clave. El vidrio trasparente debe estar pintado o protegido por un estuche para bloquear el paso de la luz, fundamental para proteger el aceite de la oxidación causada por la luz. Además, los envases deben estar sellados herméticamente para impedir la entrada de aire.
Conservación en lineales y hogares
Una vez embotellado, el AOVE se enfrenta a su siguiente reto: la conservación en el punto de venta y en nuestras casas. Aquí, las condiciones ambientales son menos controladas que en la almazara, por lo que es esencial seguir algunas recomendaciones para prolongar su frescura:
- Evitar la luz directa: Tanto en el lineal del supermercado como en casa, es crucial mantener el aceite alejado de la luz solar directa. Un estante expuesto al sol puede ser desastroso para la calidad del aceite en cuestión de semanas.
- Control de temperatura: El aceite de oliva virgen extra debe almacenarse en un lugar fresco y seco, preferiblemente en un entorno con temperaturas que oscilen entre los 15 y 20 °C. Un almacenamiento prolongado en lugares cálidos o cercanos a fuentes de calor puede acelerar su envejecimiento.
- Cierre hermético: Una vez abierto, el envase debe mantenerse bien cerrado para minimizar la exposición al oxígeno. Si compras botellas grandes, considera trasvasar el aceite a recipientes más pequeños para evitar la constante entrada de aire.
La conservación adecuada del aceite de oliva virgen extra es crucial para mantener su calidad y propiedades saludables desde que sale de la almazara hasta que llega a nuestra cocina. El uso de atmósferas de nitrógeno tanto en la bodega como en el embotellado es una técnica moderna que ayuda a prolongar la vida útil de este producto premium, protegiéndolo de su mayor enemigo: la oxidación. Como consumidores, también tenemos la responsabilidad de cuidar este preciado alimento, manteniéndolo protegido de la luz, el calor y el aire. Solo así podremos disfrutar del auténtico sabor y beneficios del aceite de oliva virgen extra en todo su esplendor.
En Isbilya, el compromiso con la calidad no termina con la extracción, sino que se extiende hasta el último detalle de la conservación, asegurando que cada gota de nuestro aceite sea tan fresca y sabrosa como el día en que fue embotellada.





