¿Cómo afecta el calor durante la floración a la producción de aceite de oliva?

Por lo general siempre se achaca la baja producción del olivar a la falta de agua producida por la grave sequía acumulada en los últimos años.

La llegada de mayo en España a menudo se acompaña de un aumento significativo de las temperaturas, llegando a superar los 5 °C por encima de lo habitual para esta época del año. Este fenómeno puede tener consecuencias devastadoras en los olivares, especialmente durante el crucial período de floración.

La floración del olivo es un momento delicado en su ciclo de vida, y las condiciones climáticas desempeñan un papel fundamental en su éxito. Las altas temperaturas durante este período pueden provocar diversos problemas que afectan directamente a la producción de aceitunas y, en consecuencia, a la del aceite de oliva virgen extra.

El olivo cuaja (porcentaje de flores que se convierten en fruto) entre un 2 y un 5 % de sus flores. En un brote, las aceitunas que hay en otoño son solo entre un 2 y un 5 % de las flores. Es por ello por lo que el olivo puede tolerar bastante pérdida de flor por agentes bióticos y abióticos: prays, algodoncillo, estrés hídrico y térmico, etc.

Uno de los principales efectos negativos de las altas temperaturas durante la floración es el aborto pistilar, donde muchas flores que se abren prematuramente lo hacen como flores masculinas, incapaces de producir frutos. Además, la deshidratación del estigma de la flor debido a la combinación de altas temperaturas y baja humedad dificulta la fecundación, lo que resulta en un bajo cuajado y una pérdida considerable de la futura cosecha de aceitunas.

Este problema se agrava aún más una vez finalizada la floración, ya que las altas temperaturas y la baja humedad pueden llevar a un descarte excesivo de frutos por parte del propio árbol, reduciendo significativamente el rendimiento final.

Es importante destacar que el número de flores fértiles en el olivo es un factor crucial para determinar la cosecha final. Si bien el olivo es capaz de tolerar cierta pérdida de flor debido a diversos factores como el estrés hídrico, térmico y la presencia de plagas, una floración deficiente puede tener graves repercusiones en la producción de aceite de oliva virgen extra.

En los últimos años y principalmente este 2023, experimentamos en nuestras fincas temperaturas inusualmente altas durante la floración, lo que afectó a los olivares llevándonos a una fuerte bajada en la producción.