¿Qué está sucediendo en el mercado del aceite de oliva? 

En los últimos dos años, hemos sido testigos de un aumento sin precedentes en los precios de todas las categorías de aceite de oliva. España, como el principal productor mundial, produce alrededor de 1.200.000 toneladas en un año de cosecha típico, representando aproximadamente el 50% de la producción global.  

Sin embargo, en la campaña 2022 y la próxima campaña 2023, nos enfrentamos a una situación en la que la producción apenas supera las 600.000 toneladas. Esto supondría una reducción del 50% en la oferta de aceite de oliva en el mercado.  

La demanda creciente y la disponibilidad de agua 

La producción depende en gran medida de la disponibilidad de agua. El 70% de los olivares se nutre solo de la lluvia, mientras que el 30% restante utiliza sistemas de riego. Razón por la que se crea una interdependencia entre las condiciones climatológicas y la oferta y la demanda. 

En los cultivos de secano con precipitaciones adecuadas, se pueden obtener cosechas de aceitunas con potencial productivo. Desde la temporada 2018/19, ha habido una disminución acumulativa en la producción de aceite de oliva, principalmente debido a condiciones climáticas desfavorables lo que ha provocado la caída en la producción. 

Sin embargo, a pesar de dicha caída, la demanda ha permanecido constante. Lo cual nos trae al desequilibrio actual del mercado y a sus fluctuaciones en los precios. 

La climatología adversa y la especulación de los mercados 

Además de la escasez de lluvias y de que los consumidores no han dejado de demandar aceite de oliva, a esto se le suma las condiciones climáticas adversas (heladas en la época de gemación o calor excesivo en la etapa de floración) y la acumulación de aceite de oliva por parte de algunos por temor a futuros aumentos de precios. 

Y, a pesar de que las condiciones climáticas aún puedan mejorar (lluvias en otoño – invierno) y haya un posible deterioro en el consumo, probablemente no habrá un impacto inmediato en el mercado en la próxima temporada y no se espera que bajen los precios a corto plazo debido al desequilibrio entre la oferta y la demanda. 

¿A qué se debe que el aceite de oliva mantenga sus precios en países vecinos? 

Se está hablando mucho acerca de los precios del aceite en países vecinos como Francia, Inglaterra o Alemania, donde el aumento aún no se ha hecho sentir de la misma manera que en el territorio nacional. ¿Y esto a qué se debe? 

Pues sencillamente a que la rotación de este producto en dichos mercados es significativamente menor que en el mercado español y da como resultado, que los importadores y distribuidores que adquirieron el aceite a finales de 2022 o principios de 2023 puedan mantener sus precios, ya que en esas fechas el aceite de oliva tenía costos inferiores a los que prevalecen en la actualidad. 

¿En qué se fundamentan los precios del aceite de oliva?

Los precios del aceite de oliva se fundamentan en el POOLred o Sistema de Información de Precios en Origen, una herramienta informática que recopila, almacena y calcula datos relacionados con el precio, cantidad y características de las transacciones a granel de aceite de oliva en su mercado de origen. Este sistema proporciona información en tiempo real sobre estos parámetros. 

Actualmente, los graneles de aceite de oliva virgen extra tienen un precio que oscila alrededor de los 8,5 euros por kilogramo para los aceites convencionales, mientras que los vírgenes extra de mayor calidad pueden superar los 10 euros por kilogramo. Estos precios se aplican a camiones cisterna con una capacidad de 27 a 25 toneladas o a flexitanks con capacidad de 22 a 20 toneladas. 

En resumen, la evolución de los precios del aceite de oliva seguirá siendo similar a la actual, con posibles aumentos y fluctuaciones relacionados principalmente con las condiciones climáticas y la producción en diferentes países, hasta que se evalúe la relación potencial entre la oferta y la demanda en la próxima temporada 

El compromiso Isbilya 

En Isbilya, nuestro compromiso radica en la continuidad y la lealtad de nuestros clientes. Como productores, tenemos la capacidad de mantener precios estables a lo largo de la temporada, lo que nos permite reducir nuestra dependencia de las fluctuaciones del mercado. Sin embargo, es importante destacar que nuestros precios están condicionados por el rendimiento de nuestras cosechas lo cual supone que la campaña 2023-2024 represente una de las más desafiantes en nuestra historia.